Comunicado ASSICA Consumo de carne y embutidos: en Italia muy inferior a las cantidades potencialmente dañinas

Los italianos, el segundo pueblo más longevo del mundo, sigue la Dieta Mediterránea, mucho más equilibrada y sostenible que la de la mayoría de los países considerados en la investigación IARC
Las cantidades consumidas en Italia de carnes rojas y embutidos son muy inferiores a aquellas consideradas en el estudio IARC (menos de la mitad)
En Italia la calidad de las carnes transformadas es muy diferente de las producciones del norte de Europa
Las ganaderías italianas producen carnes más magras y de mejor calidad respecto a las ganaderías de otros países.

Según el IARC, como ha publicado hoy la revista inglesa Lancet Oncology, las carnes rojas han sido introducidas en el grupo 2A, es decir en el grupo en el cual la correlación entre un consumo excesivo de carnes rojas y la aparición de cáncer en el tracto intestinal se considera “probable”. Las carnes rojas transformadas, en cambio, han sido clasificadas como carcinógenos pertenecientes al grupo 1.
Las cantidades indicadas en el estudio (100 gramos al día para la carne roja y 50 gramos al día para la transformada) como condición para un aumento, de todas maneras modesto, del riesgo son mucho más altas que las del consumo típico de nuestros país.

Los italianos comen en promedio 2 veces a la semana 100 gramos de carne roja (y no todos los días) y sólo 25 gramos al día de carne transformada.
El dato IARC es por lo tanto superior al doble del promedio del consumo en Italia.

Organismos públicos, sociedades médicas y expertos en nutrición recomiendan el consumo de todos los grupos de alimentos para tener una dieta sana, variada y equilibrada. Entre estos un moderado consumo de productos de carne. La carne y los embutidos, a menudo objeto de prejuicios, son de hecho alimentos que contribuyen al perfecto equilibrio nutricional que garantiza la Dieta Mediterránea: representan una buena fuente de proteínas y aminoácidos esenciales para consumir por lo menos dos veces a la semana.

Los consumidores italianos no deberían modificar por lo tanto sus sanas costumbres a causa de los avances del estudio IARC. El mismo AIRC italiano, en referencia a estas clasificaciones, especifica que “tales estudios son efectuados con altas dosis o con duraciones de exposición muy largas, difíciles de replicar en la vida real”  que “antes de preocuparse, es importante saber no solamente en qué lista se encuentra una cierta sustancia, sino cuales son las dosis y la duración de exposición más allá de las cuales el riesgo se vuelve real y no sólo teórico”.

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